Hemos regresado no sabemos cuanto tiempo ha pasado desde la última vez que estuvimos aquí, y solo encontramos cenizas, para nosotros no sentimos pena por esto, para nosotros esto es como una ironía, fuimos castigados, fuimos condenados al castigo indecible de consumirnos en la corriente del rio Flegetonte, apretamos nuestro puño por furia, el castigo fue implacable, nuestras almas...¿alma?, fue abrazada por la corriente de fuego, cada minuto pareció una eternidad, ¿mereciamos ese castigo?, tal vez no, por lo menos no todos nosotros, pero todos compartimos el mismo castigo.
La mas grande ironía es que nosotros somos lo mismo que esto.
Las ceniza de nuestro templo solo es una analogía de nosotros, una gran montón de cenizas, lo que fuimos no existe, solo quedamos lo que el fuego decidió dejar, tal vez un poco de añoranza al sentir que algo importante había aquí, pero el fuego lo consumió.
vemos nuestras manos, tenemos poder, poder que se nos regalo por haber sobrevivido en el Hades, por haber aguantado el castigo, es hora de probar este poder.
El piso tiembla y las cenizas negras dejan paso a la piedra más blanca de los alrededores, su color relumbra con el sol, el templo de geminis resurge de las cenizas rodeado del mismo fuego que lo consumio, resurge como el ave fenix, escapando del mismo infierno al igual que su amo y señor