Día de campo (Shaka&Saga)

Mi corazón se acelera, no puedo evitarlo, abro mis manos para acomodarlas sobre su corazón después de escucharlo con atención.
-Entonces, fortaleceremos tu corazón Saga- Respondo acariciando suavemente el área. -yo te ayudaré a controlar tus emociones.- Le sonrio con suavidad.
-¿Quieres que te enseñe a meditar?- le propongo aunque es irónico que quiera enseñarle cuando ultimamente las mias estás desbordadas.
-Voy a yudarte Saga... no dejaré que caigas de nuevo-

acaricio su mano, mi corazón se acelera un poco por el contacto

─¿crees poder enseñarme?, tal vez no tenga la habilidad ─

simplemente me tranquiliza el sentirlo cerca

─No quiero caer, él es... es el mal puro, y no tiene compasión, si vuelve a estar libre, será la perdición de muchos─

cierro mis ojos un momento tratando de evitar ese tipo de sentimientos

─Se que eres fuerte, y no creo que alguien mas pueda ayudarme con esto, es difícil de explicar y más difícil de entender, dos personas en un mismo cuerpo parece ser un cuento de hadas o de terror─

Siento su pequeña turbación se que realmente le perocupa que ese ser vuelva a liberarse pero no puedo evitar sentirme feliz porque está confiando en mi.
-Se que tienes lo que se necetita Saga... eres un se muy pacífico.- Respondo sonriendo. -No importa cuanto tiempo tardemos pero lo lograrás, voy a enseñarte.-
-No permitiremos que ese ser regrese, y si lo hace... te ayudaré a encerrarlo... no estas solo Saga.- Le susurro acariciando sus manos.
-¿Cuando quieres comenzar?- Le pregunto, pensando en alguna forma de relajarlo completamente.

le sonrió y beso su nariz

─estás haciendo mucho por mi, ¿que podría hacer yo por ti?─

acaricio su cabello, y admiro por largo rato su rostro

─Sabes que eres hermoso─ hablo en un tono menos serio. para aligerar un poco el momento ─dejemos la clase de para otro momento, no quiero seguir arruinando esta cita, esto es solo para ti─

me acerco a besar sus labios

─Sabes que podría quedarme admirándote tooodo el día─

Me pierdo en su beso, se que mis mejillas estan rojas de nuevo pero no puedo evitarlo, no todos los dias semejante hombre te halaga de esa forma.
-Ya lo haces Saga- respondo en un susurro. -Esto... es magnífico- señalo al rededor. -Y la compañía, es la mejor.- Explico refiriéndome a él, pues no quiero terminar pidiéndole otro beso y en verdad su compañía es mas de lo que esperaba.
-Te lo agradesco Saga... el creerme bello.- Le sonrí con pena pues no me considero así. -Entonces, ¿Almorzamos?- Lo cuestiono dandole un suave roce de labios en agradecimiento.

Me acerco para darle otro beso antes de levantarme

─lo había olvidado por un momento─

me acerco a la canasta y empiezo a sacar varios platillos, algunos de pescado, frutas picadas, queso un poco de pan y algunos pasteles de fresas y moras

─no todo lo prepare, no soy buen repostero, pero lo demás creo que esta comestible─ le dedico una sonrisa y otro beso robado antes de empezar a servir un vino blanco para acompañar la comida

─Espero que te guste─

Me llevo una verdadera sorpresa ante todas las molestias que se ha tomado por mi, una risa sincera escapa de mis labios ante tan bello detalle.
-Gracias Saga... todo huele delicioso y seguramente sabra mejor- Tomo un pequeño trozo de pescado y lo saboreo. -Exquisito.- Murmuro saboreándolo.
-Yo soy malo en la cocina, Mü siempre se preocupa y me lleva comida, son muy pocas cosas las que me quedan comestibles, pero... yo también tengo una sorpresa para ti.- Le epxplico. -Te la doy después de comer.- Indico llevando un bocado a sus labios.

tomo un bocado de fruta mientras el sol hace la tarde agradable

─tal vez deba cocinarte un par de días a la semana, o podrías ir a mi templo a comer , siempre hago comida extra─

sirvo un poco más de vino después de acabar lo que tenía en la copa

─Y cual es la sorpresa─ pregunto curioso, mientras termino de comer el último bocado de pastel, embarrándome la boca con un poco de crema

─me tendrás ansioso─

Una sonrisa aparece en mis labios al escuchar su propuesta, lo mejor seria que yo baje a Géminis para evitar enfrentamientos entre el y Aioria de momento, la crema en en su boca me tienta, mi respiración se acelera y no puedo evitar hacerlo.
Me acerco y la retiro con mis labios, degustando su sabor con el del gemelo e intoxicándome de paso.
-Me encantaría bajar a comer contigo.- Susurro despues de alejarme un poco. -En cuanto a mi sorpresa, voy a relajarte.- Explico mientras le ayudo a recoger las cosas y bebo el contenido de mi copa.
Me lavanto para tomar el morral que había dejado abandonado y saco una goma para el cabello, no suelo usarlas pero al estar en el suelo me incomodará en lo que deseo hacer.
Sujeto en una coleta desordenada mis cabellos y saco dos frascos pequeños uno aromático y otro con aceite.
-Voy a darte un masaje, ¿puedes?...- Mis mejillas se tiñen antes de continuar. -¿Quitarte la camisa y acostarte?- Cuestiono esperando su respuesta.

Cierro mis ojos al sentir el contacto de sus labios con los míos, y respondo a ese contacto con un beso más apasionado, y un gruñido de protesta sale de mis labios al sentir que se separa, algo involuntario pero audible..

Cuando empieza a recoger las cosas, lo imito dejando sólo los cojines y alejando el resto de las cosas que traje. Por un momento me causa mucha curiosidad lo que está haciendo, y no puedo evitar sonreír ampliamente ante su imagen con el rostro sonrojado y su cabello recogido, una imagen indudablemente encantadora, nunca pensé que él pronunciara esas palabras lo que lo hace que la situación sea aun mejor.

Tomo la orilla de mi camisa y me la quito para dejar mi torso desnudo, me recuesto y cruzo mis brazos para poder apoyar mi barbilla

─¿así está bien?─

Mis ojos beben la imagen de su torso desnudo, controlo mis emociones, pude resistirme a besarlo de nuevo cuando ese sonido salió de su garganta, esto me costará más pero puedo hacerlo.
Suspiro suavemente mientras respondo. -Está perfecto.- Tomo un poco de la escencia de menta y la coloco en mis manos frotándolas, me muevo para quedar frente a su rostro y pongo mis palmas frente a su naris. - Inhala y exahala por favor.- Indico repitiendo el proceso un par de veces.
Embarro un poco de la menta en su barbilla, pasando por su frente y nuca para refrescar, mis dedos hormiguean an tocar su piel acanelada pero continuo mi cometido.
-¿Te sientes cómodo así?- Le cuestiono. -Voy a comenzar con tu espalda, debes relajarte.- Indico sonriéndole suavemente y acomodándome por encima de su cabeza con mis rodillas sobre un cojín para comenzar mientras responde.

Aspiro el aroma de aquellos aceites, es refrescante y sus manos en mi piel es tan agradable que dejo escapar un suspiro

─muy cómodo, todo esto es perfecto─

estoy tenso, y mucho, aunque me agrada esta situación, el poder controlarme ante tan hermosa criatura y sus manos será todo un reto

─Eso intentaré, nunca me han dado un mansaje, espero no ser un reto difícil─

trato de relajarme lo mas que puedo, pero estoy bastante consciente de sus manos

Una risilla escapa de mis labios al escuchar su respuesta, ahora hago presión en la unión de su cuello y hombros por ambos lados, deslizando mis dedos por la zona.
-El reto será relajarte.- Respondo soltando un ligero suspiro mientras me inclino bajando mis dedos por sus omóplatos.
Su piel es tan tibia, mis manos se han calentado conforme avanza el masaje, las froto un poco más para calentarlas y aplicar calor en el área, repito el proceso varias veces deshaciendo los nudos de tensión.
Para la siquiente fase debo sentarme en sus caderas y eso me pone nervioso.
-Saga... deberé sentarme sobre tus caderas.- Explico algo nervioso. -¿Estará bien?- Le cuestiono.

Mi espalda se empieza a relajar, al igual que mis hombro, el aceite se siente agradable conforme pasa por mi piel, suspiro sintiéndome cada vez mejor al relajarme. Oigo su pregunta y respondo con una voz algo aletargada

─claro, como sea más cómodo para ti─

empiezo a suspirar y de vez en cuando escapa uno que otro gemido de placer ante las acciones que realiza con sus manos

Su respuesta tan tranquila me alegra porque tal parece que le está gustando, pero sus gemidos placenteros hacen vibrar mi piel y amenazan con nublar mis sentidos.
Retiro un poco mis manos de sus hombros para levantarme y algo dudoso acomodarme sobre sus caderas con mis piernas a los lados.
No respondo nada, pues no se que decir, mas bien tomo mas esencia para darle a inhalar y despues más aceite para comenzar a frotar su espalda de forma cirlular, realizando un poco de presión donde el deslizar de mis dedos se detiene.

Un largo suspiro sale de mis labios al sentir el peso de su cuerpo sobre mis caderas

─mmm, Shaka esto es realmente increíble, podrías hacer a cualquier hombre con esto, nadie se resistiría a este bienestar─

mas sonidos involuntarios salen de mis labios

─creo que pensarás que soy un pervertido con todos estos sonidos... pero realmente no puedo evitarlo, ¿necesitas que me gire?─

Los sonidos que escapan de sus labios erizan mi piel, mi imaginación por poco toma rumbo sin mi permiso ante sus palabras pero no puedo evitar que una carcajada escape de mis labios ante sus palabras.
-No es algo que use para seducir, pero... gracias por la sugerencia y no creo que seas un pervertido.- Respondo entre risas.
Mis risillas paran ante su pregunta, se que necesito que se gire para seguir pero mis mejillas se sonrojan ante la perspectiva mientras un suspiro escapa de mis labios.
-Si, por favor.- Respondo, rogando a Buda fortaleza.

Empiezo a girarme con lentitud para no tirarlo, me las arreglo para sostenerlo de los muslos y evitar que caiga, una vez boca arriba, suelto sus muslos al darme la posición en la que hemos quedado, algo en lo que no había pensado, y entonces me doy cuenta que no se que hacer con mis manos

Me siento algo inquieto, verlo desde esta posición es realmente tentador

─Así está bien?─

después de un momento incomodo, dejo mis manos cerca de sus rodillas pensando que es el lugar más seguro para ponerlas

No esperaba que se girara conmigo encima, sentir sus manos en mis muslos me inquita junto a su movimiento, yo pensaba levantarme, hasta ahora me doy cuenta que quedé muy vulnerable pues si no controlo mis emociones el lo notará.
Un pequeño suspiro escapa de mis labios antes de responder un suave. -Si-
Tomo mas aceite y comienzo a masajear con las llemas de mis dedos su rostro y cuello con pequeños golpesitos como el aleteo de una mariposa.
Mis manos viajan mas al sur descendiendo por sus hombros apretando suavemente, para masajear sus torneados brazos bajando por el derecho hasta llegar a la palma de su mano que masajeo haciendo pequeños puntos de presión.
Bajo su mano suavemente para seguir con la otra y despues con sus pectorales, pero me siento increiblemente nervioso, mi respiración quiere agitarse pero me esfuerzo por detenerla.
-¿Como podre contenerme?- Me autocuestiono al observar el hombre baji mi cuerpo.

Verlo trabajar con mis músculos Es hipnotizante y sus manos son hábiles. Cuando pasa por mis manos aprieto suavemente las suyas antes que se aleje.

Cuando pasa a mi pecho es inevitable que muerda mi labio tratando de contener un gemido que estaba a punto de escapar con este contacto; mis manos se aferran a sus muslos tratando de evitar que traten de tomar sus propias decisiones y quieran explorar el cuerpo que se encuentra sobre mi.

Busco sus ojos para evitar observar su hermoso y escultural cuerpo, sin embargo a veces me traicionan mis impulsos y tengo que admirarlo en todo su esplendor .

Muerdo mi labio inferior para contener un pequeño gemido al sentirlo apretar mis muslos con fuerza.
Mi mirada se encuentra con la suya, mientras mis manos comienzan a descender hacia su abdomen, dejando un ligero masaje final en sus músculos superiores.
Mi mirada no se despega de sus ojos porque no se que pasaria si lo hace.
Mi respiración se acelera un poco y me contengo con todo mi ser para no reaccionar de forma indebida.

Todo mi auto control se esta perdiendo y se descontrola completamente cuando sus manos pasan sobre mi abdomen, aun cuando mordía mi labio la sensación fue tal que un largo jadeo sale de mis labios perdiendo el contacto visual que tenía con el.

Mis manos suben un poco más sobre sus muslos, cierro mis ojos tratando de distraerme, pero es más difícil porque entonces soy consciente de la firmeza de sus piernas. Vuelvo a abrir los ojos solo para enfocarme en sus pecho. Mi corazón y mi respiración se acelera, trato por todos los nervios que mi cuerpo reaccionen mas de eso.

Mi corazón se acelera amenazando con salir de mi pecho, mi respiración está agitada, tanto que mi pecho sube y baja con rapidés.
Muerdo con fuerza mi labio inferior capturando el gemido que pugna por escapar.
Mi mirada está fija en su expresión pero mis ojos se han entrecerrado un poco, apresuro un poco el masaje en su abdomen de forma circular para terminar con esta exquisita tortura antes de que mi cuerpo abandone todo su control.

Sus manos son una tortura, pero la forma en que muerde su labio rompe completamente el autocontrol que tenía, me impulso hacia adelante, mis manos suben de sus muslos a su cadera, paso por sus costados y voy a su espalda.

Mis labios se apoderan de los suyos con fervor, empezando un beso apasionado, mis manos se mantienen firmes en su espalda.

Mi corazón esta acelerado y mi piel esta caliente, mi lengua clama por explorar en su boca, pidiendo ansiosa permiso para entrar.

Sus cacrician me enloquecen sacando un pequeño jadeo que muere en sus labios cuando me besa.
Mi boca se abre gustosa para recibirle, dejándole espacio para explorar mientras mi lengua sale a su encuentro.
Mis manos van a su espalda desnuda apretándolo con fuerza contra mi cuerpo.
Mi mente se encuentra muy lejos en este momento, y cierro mis ojos con fuerza mientras me pierdo en sus brazos.