Se agita a no mas poder, tiembla por las caricias que le propinan y cuando atiende su sexo es algo que no puede ni expresar en palabras, tan deseoso, tan urgente de sentirse vivo, de regodearse de que por primera vez se siente feliz de estar vivo.
Tong Hu gime de verdadero placer ante Shura, su amante. Mueve las caderas al compas de las caricias que le da al tiempo que muerde un poco su mano por el placer y al sentir esos dedos estira por completo la espalda dichoso y extasiado aun mas.
Le amaba, daba todo por Shura al igual que su poco raciocinio y su logica, Shura era el unico que podia dejarlo literalmente al borde de la locura
Tong Hu gime de verdadero placer ante Shura, su amante. Mueve las caderas al compas de las caricias que le da al tiempo que muerde un poco su mano por el placer y al sentir esos dedos estira por completo la espalda dichoso y extasiado aun mas.
Le amaba, daba todo por Shura al igual que su poco raciocinio y su logica, Shura era el unico que podia dejarlo literalmente al borde de la locura