En el 3er templo.

Estaba algo preocupado por muchas cosas, por no saber que hacer en muchas situaciones, regresaba del pueblo y me dirijo a mi templo, pero esta vez opte subir templo por templo hasta capricornio.

No tengo mucho que hacer, habia cenado en el pueblo y bebido unos tragos, solo queria pensar mas en mi como caballero y saber que debo hacer con mi vida.

Mis pasos resuenan por el templo que esta obscuro pero puedo sentir varios cosmos, no le tomo importancia y sigo caminando por el templo, sin embargo como cortesia enciendo mi cosmos para perdir permiso a Saga y anunciarle que estoy pasando por aqui ahora.

Sus caricias son un bálsamo para mi cuerpo y mi corazón, mis manos se aferran a su cintura mientras le observo con atención y medito un momento antes de contestar

─Solo no deseo lastimarte, compartir un momento contigo sería un regalo, el dolor no es nada si puedo asegurar que tu estés a salvo y que no pongas en riesgo tu corazón─

Pongo mi mano en su pecho cuando siento el cosmos de Shura acercarse, un leve vuelco en mi pecho me alejo un poco de Camus

─Shura está aquí─

¿Poner en riesgo mi corazón? No consideré que eso estuviera en juego, pero tiene razón: lo que sentía por él en el pasado podría abrumarme ahora, y ese amor frustrado podría convertirse en un amor imposible.

Necesito preguntarle algo, en el momento exacto que siento el cosmos de Shura anunciándose. Mi vista se dirije hacia la puerta, aunque sé perfectamente que él no se encuentra ahí.

Suspiro entrecortadamente y dejo la piel de Saga para levantarme de la silla, aún cuando siento un profundo deseo por dejarme arrastrar con él a la cama, debo recordarme que no es correcto.

Intento acomodar mi ropa y olvidar las pequeñas caricias de Saga, sin darme cuenta que mis labios estan hinchados en besos, y que muy posiblemente Shura notará eso.

—Tal vez debas recibirlo... No sé como esten las cosas entre ustedes.— Alzo mis hombros ligeramente.

No sé como reaccionar ante esto... Shura también me gustó en un tiempo lejano... Es como toparse con dos amores frustrados.

No espero la respuesta de Saga y simplemente voy a encontrarme con Shura.

Estaba por salir, tal vez Saga no esta a lo mejor anda de mision pero no importa, yo cumpli con mi mandato de anunciarme y me voy ahora.

Estaba por llegar a la ultima habitacion del templo ya para salir cuando... Camus viene a mi encuentro, lleno de dudas y de saber que hace ahi si saga no esta, extrañado me acerco a el y le extiendo la mano para saludarlo.

-Camus? que haces aqui?? esta todo en orden?

Lo veo y me doy cuenta que esta agitado, algo sudoroso y tenia los ...¿labios mas rojos y algo hinchados? no se... solo este dia fue muy raro y solo queria dormir y ya, pero verlo asi me hizo preocuparme si estaba bien o ¿que rayos esta pasando aqui?

Cerre mis ojos al ver que Camus se levantaba y se iba de la cocina, debía calmarme después de este pequeño encuentro, estaba algo inquieto, no había tenido mucha oportunidad de hablar con Shura.

Expandi mi cosmos de forma tranquila dandole la bienvenida a mi templo, me levanto de la silla y sigo el camino que ha llevado Camus, lo veo a lo lejos detenerse pero desde donde me encuentro no puedo ver a Shura

Debía actuar con normalidad... Y para lograr eso tuve que inhalar una enorme cantidad de aire para apaciguar el modo en que mi corazón latía.

Mis labios no hacia mucho se había encontrado con los de aquél, y ahora los añoraba otra vez. Aquello no estaba bien.

Miré a Shura a la distancia y me acerqué a él de la forma más tranquila que pude, aunque éramos amigos, éramos vecinos y él solia ser una persona muy perceptiva; tanto, que cuando me acerqué a saludarlo en la forma que él me ofrecia con un apretón, me quedé de piedra cuando inquirió aquellos detalles que estaban fuera de lugar en mi persona.

Y no supe qué responderle... Yo no sabia mentir, no me gustaba hacerlo; pero no podia simplemente responder: me le ofreci a Saga y él me rechazó.

Ahora que lo pienso, me siento frustrado y tal vez molesto... No, molesto no, sólo un poco decepcionado por esto.

—Yo...— No sabia qué queria decir, y odiaba que mi cerebro que siempre tenia una explicación para todo, no pudiera excusar la anormalidad que mostraba mi cuerpo.

Viré sobre mi hombro... ¿Por qué Saga no venía a su encuentro? Shura estaba aquí con la mejor intensión y él no acudia.

Suspiré nuevamente.

Yo creía que ellos se llevaban bien... Lo de Aioros, lo de los tres tras el Hades,.. No sé, muchas cosas.

—Está todo bien, gracias.— Menti con descaro, limitándome a cambiar el tema rapidamente. —Bebiste en el pueblo? Hueles un poco a alcohol.

Estaba por responder cuando senti el cosmos de Saga, me sorprendi aun mas de verlo asi, con el y no se.... estaba teniendo...encuentros carnales?? si es asi, pues acabo de meter la pata al interrumpir, me siento mal ahora.

-Pues algo asi amigo, pero no es nada ire a mi templo y descansare, ademas.. te dejo seguir en lo que estabas.

Una muy leve sonrisa se dibujo en mis labios y pense que lo mejor era irme de ahi.

No pasaba nada, camus era mi amigo y el podia hacer lo que quisiera con el que guste, pero me da pena que llegue a interrumpir, si camus estaba asi sudoroso y agitado de saga puede estar hasta peor.

Me acerco a ambos y me dirijo con cordialidad a Shura, supongo que mi apariencia deberá desconcertarlo, puesto que estoy mas delgado que la última vez que lo vi, tampoco esperaba verlo pronto

─Bienvenido a mi templo Shura─

Me acerque a él pero no estaba seguro de como interactuar con él, supongo que tendré que averiguarlo en la marcha, por la apariencia que tiene, al parecer tiene sus propios demonios a los cuales enfrentarse

Meneé la cabeza bruscamente ante su insinuación, que en realidad no tenia nada de mentira, pues hasta su llegada Saga y yo estabamos metidos en una situación un poco pasional...

Para mi fue una suerte que Saga finalmente se decidiera a aparecer, aunque creo sentir un poco de tensión entre los dos... ¿Por qué? Quizá Saga no sabe como tratar con Shura.

—Quédate, amigo mio, Saga tiene una botella de vino que recién abrió...— Pero ahora que lo pienso ni siquiera la probamos... Y también ¿por qué le invito de forma tan descarada?

Saga es amable y gentil, seguramente no tendrá problemas si Shura se queda un poco mas... Al menos lo suficiente para liberar la tensión y que Saga y yo no volvamos a quedarnos solos.

Saga aparece y me torno un poco serio, las cosas no iban bien era tal vez que como signos opuestos nos molestaban cosas de ambos y pues no se lo recriminaba pero como estab harto de muchas cosas, incluso conmigo mismo pues no lo tome muy bien.

-Gracias caballero pero debo irme, no puedo estar aqui mucho tiempo ademas, estan ocupados disculpen la intromision.

Volteo a ver a camus,

-Creo que para otra ocasion amigo, podemos reunirnos despues en tu templo o el mio, aqui esta todo muy tenso y no estas en muchas condiciones de hablar, tus niveles de pasion estan algo... desbordantes, me disculpo por la interrupcion.

Me volteo y pienso emprender camino de salida.

Hablo con tranquilidad, Camus ha hecho una invitación, siento que tal vez Camus se iria si lo hace capricornio también, y quiero que se quede un poco más

─Camus tiene razón, porque no te quedas a tomar un poco de vino, la botella ya esta abierta─

le digo tranquilo, tal vez haya un poco de resentimiento en mi corazón por todo lo que ha pasado con el tiempo pero si deseo que los demás me perdonen por mis pecados, debo hacer lo mismo por los demás-

No queria, solo queria irme a mi templo a beber solo y hacer algo tonto, pero me estaban invitando y pues tengo modales y educacion, entonces pues opto por aceptar.

-Esta bien caballeros, solo por un momento, despues tengo que regresar a capricornio.

─Por favor acompañenme a la cocina─

Les ofrezco que me sigan y regreso sobre mis pasos a la cocina, el vino está frio así que busco otro de los vasos y sirvo el tercero esperando que los otros dos me sigan.

Observo de reojo a camus y sonrio, opto por seguir a Saga y me siento en una esquina de la mesa que estaba ahi, ya se que no me dijo que me sentara pero bueno no creo que le moleste.

-Y que estabas haciendo aqui Saga? bueno se que es tu casa pero estabas tratando algo serio con Camus? me siento apenado que sea un intruso, perdoname Camus tambien.

Finjia inocenia, es parte de mi naturaleza pero tambien muy curioso aunque de sobra se lo que estaba pasando aqui, aunque ya se de sobra que camus no me lo va a decir de forma abierta, entonces sus actos y gestos asi como palabras lo delatan ante mi.

Le doy un sorbo al vino, aunque ya traia algo de alcohol en la sangre.

Ahí estaba yo... Sintiendo como el frío se instalaba cómodamente entre los tres, casi como una tormenta de nieve repentina que helaba la sangre.

¿Por qué había tanta tensión entre los dos? Queria realmente comprenderlo. Se supone que habiamos peleado juntos hasta hace poco, y que según creí, Shura había perdonado a Saga por ordenarle aquella cosa contra Aioros; pero ahora no podía dejar de notar la frialdad de Shura, incluso contra mi mismo, su supuesto mejor amigo.

Suspiré suavemente, y traté de no ofenderme demasiado no sólo por su rechazo, sino por lo que dijo de mi pasión.

Observé a Saga, preguntándome si estaria bien quedarme nuevamente a su lado cuando Shura se fuese o si deberia irme también; finalmente decidí quedarme y aceptar hablar al respecto de alguna forma o de otra.

Finalmente Shura aceptó con un repentino cambio y eso me hizo sentirme mucho mas tranquilo, aunque también inquieto porque ahora me veria forzado a calmar a Shura y tambien a Saga, si las cosas no salian bien.

—No te arrepentiras de quedarte, te lo aseguro.— Me acerqué a él y enrosqué mi brazo entre la suyo mientras lo jalaba de esta forma para volver por el camino hacia la vieja cocina; con el brazo libre también tomé el de Saga, y me pregunté si no seria mejor ir a otro sitio, considerando que ahí todo tenía un aspecto tan lúgubre.

Me pregunto si su habitación tiene mejor pinta que la cocina.... Es decir, ya estando con Shura no habrá ninguna cercania peligrosa entre Saga y yo.

Al llegar a la cocina tomo una de las sillas, asegurandome de quedar lo bastante en medio de los dos para evitar algún conflicto o poder detener a alguno de los dos a tiempo.

Saga no está bien, y Shura siendo tan impulsivo podria desatar una tormenta innecesaria.

—Hablábamos— Respondi casi al instante, de forma natural. —Saga no se ha sentido bien, y le expresaba abiertamente mi preocupación por su persona. Ha perdido peso y se ha encerrado en Géminis de forma inmediata. Buscaba animarlo cuando llegaste al tercer templo Shura...— Tomo el vaso ofrecido por Saga desde el principio, aquél que no tomé antes y lo bebo.

Contesto tranquilo, después de todo su interrupción evito que mi actitud pudiera lastimar a Camus, me senté en la silla vacía, contesto a las palabras de Camus sobre mi actitud

─No quería ser una carga para los demás, solo no pensé que preocupara a alguien por mi enclaustramiento, hablábamos de esa situación─

Hace cuanto que no había alguien mas en mi templo y me parece extraño que estén los dos presentes, el destino siempre tiene sus caminos, así que es mejor dejar que tome el que quiera ahora, tome mi vaso y tome un sorbo de vino también.

"Hablabas sudoroso, agitado y con los labios hinchados...no me tomes por tonto camus"... Pensé en mis adentros, aunque no se si sea reciente o camus olvido decirme que tenía algo con saga si soy su mejor amigo me ha echo a un lado...

-entiendo, espero que hayan hablado bien y que te sientas mejor saga, cuando no podemos decir como nos sentimos a nadie es muy doloroso.

De nuevo bebo en porciones pequeñas de mi vaso, empezaba a pensar que lo mejor era irme de ahí.

-y terminaron de hablar? Si gustan pueden continuar yo no tengo inconveniente o si es muy privado entenderé.

Suspiré suavemente, y mené la cabeza para negar las palabras de Saga que hacian referencia a su persona. Sin pensarlo, estiré la mano por encima de la mesa y apreté su brazo para darle un poco de ánimo.

—Ya te dije antes que no pienses eso, que a mi me preocupas, a nuestra Diosa le preocupas... Hasta Shura está aquí bebiendo vino contigo...

Retiré mis dedos de su piel y sorbí vino mientras Shura hablaba.

—No era nada privado, en lo absoluto...— Menti con descaro, porque no quería admitir que estaba ofreciéndole a Saga compartir su lecho. A puesto que a Shura no le gustaria saber que "caí tan bajo". —Mejor dinos tú porque tienes tantas ganas de llegar a Capricornio... Es como si alguien te esperara allá arriba.— Traté de desviar un poco la atención del tema, aunque sabia (o al menos queria pensar) que realmente no habia nada mas.

Siento una ligera punzada en mi pecho, al oir las palabras de Camus, reacciones y cosas que otros comparten, me perdí de mucho mientras el mal dominaba, tal vez deba dejar de pensar en ello

─¿como están los demás?, realmente no los he visto desde hace mucho, los he sentido pasar─

sirvo un poco más de vino en los vasos medio vacios, y bebo de nuevo el contenido del mio

Estaba bebiendo y por su pregunta, pero no tengo problemas en responder aunque si me tomo por sorpresa.

-no te niego que mas que llegar a Capricornio iba mas arriba hacia piscis...pero ya no llegue no se si mas tarde.

Me acomodo en mi lugar y respondo a saga.

-pues solo tengo contacto con Afrodita. De los demás no se nada.

No se pero esto se comenzaba a hacer tedioso y conflictivo

La mensión de mi vecino, el Santo más hermoso del Santuario, me produjo arquear la ceja y mirar a Shura como si estuviera bromeando; pero no, Shura no bromeaba, al menos no con esas cosas.

Fue obvio imaginar por qué queria ir... Es típico que Afrodita tenga muchos admiradores, pero no creía que Shura...

Sentí una punzada atravesarme el pecho, y los músculos de mi cuerpo tensarse mientras el vaso de barro era apretado con fuerza entre mi mano.

—Ya veo...— Respondi seca y opacamente.

¿Qué más podía decir? No soy estúpido, ni dejo que mis pasiones me venzan aunque ahora sienta celos y ganas de congelar algo.

No era muy conversador, y tras eso, dudaba volver a tener interés por abrir de nuevo la boca.

¿Afrodita y Shura, enserio? La sangre me herbía simplemente de contemplar esa posibilidad.

Sin notarlo, el vaso de barro se congeló en mi mano.

Mi propia incomodidad fue opacada por la expresión de Camus ante la mención del santo de piscis, me acerco a Camus para poner mi mano sobre la suya, puedo sentir el frío que transmite hacia el vaso, pero se que si el barro se rompe, estando congelado será tan filoso como un cristal, sentí un leve dolor por la quemadura de frío, pero logre quitarle el vaso de las manos

─si se enfría de más el vino no sabrá bien─

Con el vaso entre mis manos vuelvo a llenarlo con vino, y me fui a buscar entre la alacena para ver si había algo aunque sabia que no, en eso vi una caja de frituras que Kiki había traído, después de todo había comprado de más y no quería que Mu lo descubriera comiendo esas cosas

─No tengo mucho, espero que sepan bien─

puse las pequeñas frituras en un plato y me sente de nuevo

Algo paso...no se que fue pero algo le paso a camus... Y saga trata de remediarlo.

-no te había contado porque pensé que no seria nada pero...ya nos besamos y....también....bueno, de verdad que siento que puedo llegar a mucho con el...estas feliz verdad amigo?

Saga trata de distraer o no se...

Cuando el vaso fue retirado de mi mano me di cuenta de lo que estaba haciendo, y aunque no había sido mi intensión perder el control, no había podido evitarlo, y tras cada una de las palabras de Shura no podía remediarlo.

—Si... Estoy inmensamente feliz...—Murmuré tajante, desviando la mirada y sintiendo como el frío se colaba por mis dedos y amenazaba con congelar la mesa.

Retiré la mano de ella y me puse de pie.

Queria retirarme o decir alguna estupidez como que lo mejor era irme, pero Saga había sido demasiado amable, y yo aún consideraba que me necesitaba.

Ni siquiera miré las frituras sobre la mesa.

—Saga y yo también nos besamos...— Escupí sin considerar la situación. —No, no sólo eso... Estábamos por irnos a la cama juntos...— Estaba celoso, molesto y herido; no queria provocar una tormenta en géminis, así que me levante de la silla, me aproximé a Saga, tomé su mentón y le besé otra vez.

Me sorprendí de las palabras de Camus, no pensé que pudiera decir eso de esa manera, aunque en nuestra platica habíamos hablado de algo hipotético yo no esperaba que él realmente fuera a compartir algo conmigo.

Mis ojos se abren completamente al sentir los labios de Camus sobre los mios, aunque apenas hace unos minutos los había sentido, esta vez es diferente, son fríos como el hielo que se está desprendiendo de su cuerpo en este momento.

No se que hacer, o que responder ante aquel acto temerario de Camus-