Rei por lo bajo, si alguna vez algún caballero de oro recibiera esa habilidad sin duda descansaría en el cosmos de aries, después de todo, ¿quien mejor que el discipulo del patriarca y antiguo caballero de aries podría con esa tarea?, después de todo las habilitades telequineticas y la reparación de armaduras eran dones heredados por los lemurianos desde hace generaciones.
En mis pensamientos tan metido como estaba, no noté cuando su mano tomo aquel fruto y lo deslizo por mis labios, casi por inercia mordi el pequeño y rojizo fruto saboreando el sabor dulce en la boca.
Sus largos cabellos me rozaban la frente, al igual que la suavidad de sus labios.
-Tu, tu me entiendes a veces mejor que yo mismo.
Quizás entendía un poco más que los demás, porque debido a mi entrenamiento usualmente permanecía con los ojos cerrados, y gracias a eso captaba emociones de las personas que llegaban a ser muy sutiles para los demás.
-Suelo ver más allá que el resto... y aun así... sigo conociendo poco...-Sonrei levemente. -Pienso que tu eres mejor observador de lo que yo puedo ser, y eso se ha probado antes, tu juicio es mucho mejor que el mio...yo siempre creí que Saga era la justicia, tu por el contrario... siempre suspiste que algo estaba mal...-Lo único cierto era, que el caballero de aries de las pocas personas con las que virgo podía hablar.